Los frascos de reactivos, también conocidos como frascos de medios o frascos graduados, son recipientes hechos de vidrio, plástico, borosilicato o sustancias relacionadas, y rematados con tapas o tapones especiales. Están destinados a contener productos químicos en forma líquida o en polvo para laboratorios y almacenados en armarios o estanterías.