El filtro de jeringa es un dispositivo pequeño y desechable que se usa comúnmente en entornos de laboratorio para filtrar o clarificar líquidos. Está diseñado para colocarse en el extremo de una jeringa y actúa como una barrera que elimina partículas y contaminantes del fluido a medida que pasa a través del filtro.
Los filtros de jeringa normalmente constan de una carcasa de plástico con un filtro de membrana en su interior. La carcasa tiene una conexión luer lock hembra o luer slip que permite sujetarla de forma segura a la jeringa. El filtro de membrana, que es el componente clave, está hecho de un material poroso que permite el paso del fluido reteniendo partículas y contaminantes por encima de cierto tamaño.